4 razones que explican la ausencia de mujeres en el ecosistema emprendedor

4 razones que explican la ausencia de mujeres en el ecosistema emprendedor

Por Paola Negrin Bentjerodt, analista de inversiones en Fen Ventures

América Latina ha sido una de las regiones de mayor crecimiento en capital de riesgo en los últimos años. Incluso en medio de una fuerte desaceleración en el sector, el 2022 fue el segundo año de mayor inversión y las oportunidades siguen siendo muy atractivas, tanto para emprendedores, como para inversionistas. Pero, a pesar del fuerte crecimiento en la región, como en la mayoría de las industrias, las mujeres seguimos estando subrepresentadas. El ecosistema que se ha formado es reciente y bastante joven, pero está altamente dominado por hombres. ¿Por qué nos sigue pasando esto?

Según un informe de Endeavor de 2022, menos del 1% del total de capital de riesgo en América Latina fue a parar a startups fundadas exclusivamente por mujeres. Este número es realmente sorprendente, especialmente cuando estudios han demostrado que las empresas lideradas por mujeres tienden a rendir mejor y producir más ingresos por cada dólar invertido que aquellas dirigidas sólo por hombres.

Tal como en el pasado, las mujeres siguen enfrentando una gran cantidad de barreras  estructurales y culturales a la hora de tomar la decisión de emprender y fundar compañías altamente exitosas. ¿Por qué las generaciones jóvenes replicamos patrones viejos?

1. Arrastramos un gap en el background tecnológico

Las nuevas empresas tecnológicas son diferentes de la fuerza laboral tradicional, ya que requieren en mayor proporción conocimientos en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), áreas de estudio que históricamente han sido menos populares entre las mujeres.

Al respecto, los datos del Consejo Nacional de Educación (CNED) muestran que en Chile sólo un 24,3% de los estudiantes matriculados en carreras relacionadas a estas áreas son mujeres, lo que ha resultado en menos mujeres con las habilidades técnicas necesarias para liderar startups en sectores con fuerte componente tecnológico.

Hay múltiples razones detrás de esta baja representación, desde estereotipos de género y sesgos de autoselección que comienzan a manifestarse incluso en la educación escolar, hasta falta de modelos a seguir femeninos y orientación adecuada. Estas barreras se combinan para disuadir a muchas niñas y mujeres de seguir una carrera en STEM. Es un desafío y nuestra responsabilidad enseñarle a las nuevas generaciones que la tecnología no tiene género, y que las mujeres en STEM son necesarias para construir un mejor futuro.

2. No vemos a mujeres en cargos altos en tecnología

En segundo lugar, a pesar de que el ecosistema de startups en la región es bastante nuevo, podemos observar que patrones antiguos todavía persisten. Los estereotipos acerca de los roles de género aún arraigados en nuestra sociedad pueden reforzar la percepción de que el emprendimiento tecnológico es un "juego de hombres". La falta de modelos de referencia femeninos puede dificultar la visión de las mujeres de sí mismas como fundadoras de empresas exitosas, lo que hace que no tengan la confianza para tomar el riesgo de partir sus propias compañías.

Adicionalmente, la falta de representación y roles de liderazgo femenino en empresas y startups de la industria tecnológica ha limitado las oportunidades para que las mujeres adquieran experiencia y las herramientas necesarias para luego comenzar sus propias empresas.

Fundar una startup o trabajar en puestos de liderazgo, requiere un ritmo de trabajo exigente y difícil (pero no imposible) de compatibilizar con la vida familiar, usualmente asignada a las mujeres. La mejor edad para emprender, crecer profesionalmente y tomar puestos de liderazgo, lamentablemente coincide con la mejor edad para la maternidad. Ya sea por razones de tiempo o estereotipos culturales en cuanto a las prioridades que deben tener las mujeres, es aquí donde muchas dan un paso al lado temporalmente, mientras que sus pares continúan en un crecimiento profesional exponencial.

Si bien últimamente hemos visto más mujeres derribando obstáculos y desafiando los estereotipos, es importante darles visibilidad y destacar aún más a aquellas mujeres  que se han atrevido a dar el salto a emprender, como también promover igualdad de oportunidades de crecimiento y desarrollo dentro de las organizaciones, para que hayan más y mejores mujeres en posiciones de liderazgo. Necesitamos crear los nuevos referentes femeninos para inspirar a las generaciones futuras de emprendedoras.

3. La inseguridad se refuerza con factores externos

Muchas veces escuchamos que las mujeres somos más aversas al riesgo que nuestras contrapartes, y esto se observa en distintos aspectos, desde las finanzas hasta los deportes extremos. En general, somos más perfeccionistas y tenemos más miedo a equivocarnos o fracasar, pero esto puede tener una explicación. Se ha demostrado que nuestras acciones y decisiones son cuestionadas más críticamente que las de los hombres, especialmente a la hora de ejercer liderazgo empresarial. Así, la confianza en nosotras mismas se refuerza con factores externos, no es solo algo “nuestro” y es una barrera importante a la hora de atreverse a fundar una empresa, y más riesgoso aún, una startup.

Si bien esto puede estar influenciado por factores socioculturales de hace miles de años, el desafío hoy es empoderar a las mujeres para que se sientan capaces y cómodas comenzando sus propias compañías, creando comunidades, redes de apoyo y espacios seguros para que se atrevan a hacer el salto.

4. Si no hay inversionistas mujeres…no hay inversión en mujeres

La industria de capital de riesgo presenta una falta de representación femenina a nivel general. En Estados Unidos, solo un 12% de quienes toman decisiones de inversión en las empresas de capital de riesgo son mujeres, cifra significativamente menor en países emergentes de América Latina. Además, todavía la mayoría de los fondos no tiene una sola socia mujer.

Se ha demostrado que los inversionistas tienden a invertir en aquello que les resulta más familiar o con lo que se sienten más identificados, por lo que la brecha de género y los sesgos inconscientes dentro de los inversionistas han llevado a que por años las compañías lideradas por hombres tengan mayores probabilidades de recibir financiamiento, dificultando aún más el camino para aquellas mujeres emprendedoras.

Sumado a esto, un estudio publicado por Harvard Business Review reveló que mujeres y hombres reciben distintos tipos de preguntas por parte de los inversionistas. Las preguntas hacia startups lideradas por hombres estaban más relacionadas a la promoción y el potencial de generar ganancias, a diferencia de aquellas hacia mujeres, que tenían mayor énfasis en la prevención, posibles pérdidas, seguridad y responsabilidad.

Si bien aún somos pocas mujeres en fondos de capital de riesgo, algo está claro: nuestra participación impacta positivamente el ecosistema emprendedor. Es importante que los fondos tomen conciencia sobre esto y promuevan mayor diversidad dentro de sus propios equipos.

¿Y qué hacemos?

Como se puede ver, la baja representación de startups lideradas por mujeres en Latinoamérica no es un reflejo de su capacidad para emprender, sino más bien una consecuencia de las barreras y desigualdades que persisten a todo nivel en nuestra sociedad.

Es necesario un cambio cultural, desde los colegios hasta las empresas, para valorar y fomentar el talento femenino en STEM, como también proveer de acompañamiento y herramientas necesarias a las mujeres que actualmente aspiran o se encuentran en roles de liderazgo, ya que ellas serán el futuro de las emprendedoras de la región.

Debemos seguir trabajando para construir una industria tecnológica competitiva, diversa e inclusiva, que abra oportunidades para que cada mujer alcance su potencial emprendedor y así transformemos el futuro de América Latina.

Subscribe to Fen Ventures

Don’t miss out on the latest issues. Sign up now to get access to the library of members-only issues.
jamie@example.com
Subscribe